
"La Guía Intergaláctica" es parte de "La Orden de la Bath'leth", una sect... cof cof, una comunidad rosarina de fans para fans.
Buscamos entretener a los aficionados con notas originales sobre sus fandoms preferidos.

La primera vez que vi Volver al Futuro tenía unos nueve años, siendo una de las primeras películas por las que sentí esa devoción que solamente un cinéfilo puede sentir por un largometraje.
Naturalmente, en ese momento carecía de cualquier criterio audiovisual objetivo, y la parte triste de ir formando este criterio, a medida que uno va creciendo, es que al reencontrarnos con obras que amábamos en nuestra infancia muchas veces nos decepcionamos, dándonos cuenta de que no eran para tanto, o, en algunos casos, que eran simplemente malas películas.

Volver al Futuro es uno de esos excepcionales pero hermosos casos en los que una joyita de la infancia, observada desde una perspectiva más madura, no solamente sigue siendo buena si no que cada vez encontramos más razones para admirarla, porque no es necesario saber absolutamente nada de cine para disfrutarla, pero cuanto más sabemos, más podemos apreciar cómo todos los elementos están magistralmente ejecutados, entendiendo por qué nos fascinó tanto desde siempre.
Existe una falsa dicotomía en el ambiente cinéfilo que tiende a menospreciar el cine mainstream y pochoclero (más si es Hollywoodense). Es entendible, una inmensa cantidad de obras que entran en estas categorías no tienen absolutamente nada que aportarle al cine más que un par de millones más a la industria. Pero no siempre tiene que ser así, y podría pasar horas explicando por qué la cuestión no es tan binaria, pero creo que la sola existencia de Volver al Futuro es evidencia más que suficiente para ratificarlo.

La auténtica devoción por el cine y el compromiso de la gente que trabajó en la trilogía tanto atrás como adelante de la cámara se nota en cada fotograma, y eso sin contar que, a pesar de no tomar riesgos narrativos o estéticos, se trata de una saga por demás innovadora que desborda creatividad y en la que el guión funciona a la perfección.
Por otro lado, Volver al Futuro aparenta tener muchos clichés ochentosos, pero la realidad es que muchos de estos no eran clichés en el momento que se estrenó, sino detalles auténticos de la película que, con el paso del tiempo, la industria fue notando que funcionaban tan bien que los empezó a usar hasta el hartazgo, al punto tal de que las mismas secuelas tienden a copiar la estructura de la primera, cosa que también nos podría molestar de no ser porque, por momentos, ambas secuelas lo llevan a un extremo tan obvio que termina resultando cómico (lo que considero una maniobra brillante de los guionistas), y porque aún así,las dos tienen mucho que aportar por sí mismas y sin duda merecen ser vistas.
Ahora bien, estamos hablando de una saga hollywoodense de los ochenta que fue un éxito descomunal, tanto de taquilla como de crítica.
Hoy, en 2018, nos encontramos en la era dorada de las series, mientras que el cine, aunque no sea de los que creen que está muriendo, sí está pasando por una pésima racha, casi distópica, ya que gran parte de la industria se limita a ofrecernos remakes, reboots, secuelas, precuelas y spinoffs de clásicos, y es completamente indiscutible que Volver al Futuro es un clásico. Entonces, ¿por qué no le están exprimiendo el jugo a esta franquicia como a tantas otras Muy simple, Volver al Futuro funciona tan bien que no tendría sentido rehacerla ni expandirla (tuvo una serie animada en los 90 y un par de videojuegos, pero lo último que salió en la gran pantalla fue la tercera entrega). Sus seguidores amamos la saga tal y como está. No hay nada que le sobre o le falte, y es prácticamente un hecho que hacer una remake o algo dentro de ese universo sería arruinarlo (tal es así que el mismo Robert Zemeckis, director de la trilogía, dijo que solo harían una remake “sobre su cadáver”).



Pero también tenemos que tener en cuenta que Hollywood no sólo explota franquicias con décadas de antigüedad para vender entradas y lucrar con la nostalgia del espectador, si no también para mantener a la franquicia viva culturalmente, y así mantener vivo su valor. Y con Volver al Futuro esto no es necesario, porque se mantiene increíblemente fresca, sigue siendo parte de la cultura popular, y la evidencia está a la vista de todos:
Rick & Morty, una de las series más populares de la actualidad inició como un conjunto de animaciones amateur que parodiaban a Volver al Futuro (su nombre original: “Doc & Marty”), y si bien la serie terminó reemplazando los viajes en el tiempo por los interdimensionales (supongo que para que no sea tan obvio y no estar a la sombra), y es principalmente una comedia repleta de humor negro y surrealista, en su núcleo podemos notar una esencia de Volver al Futuro indiscutible. Mr Robot, que está repleta de referencias a Volver al Futuro (casi se podría decir que es un trademark de la serie), llegando a influir en un punto clave de la personalidad del protagonista.
Y por último (hay muchos más ejemplos, pero me quería centrar en los que considero más interesantes), está por estrenar Ready Player One, la nueva película de Steven Spielberg, que ocurre en una realidad virtual ambientada en los 80, y uno de los elementos que más están usando para promocionarla, tanto en los trailers como en los posters, es el DeLorean. Y si hay tantos autores de ficción en la actualidad que referencian Volver al Futuro, no creo que sea exclusivamente por su fanatismo, si no también por la efectividad de estas referencias, que siempre tienen una buena recepción por parte de la audiencia, y la tienen por lo fresca que se mantiene la saga, que evidentemente, la comunidad cinéfila inmortalizó hace tiempo.
"Así que, ¿remakes?
A donde vamos, no necesitamos remakes."
Autor; Federico Sproviero